El Herpes labial son una enfermedad típica que puede afectar tanto a adultos como a niños. Sus efectos secundarios no son difíciles de distinguir. Aquí le informamos sobre su análisis y tratamiento.
Las ampollas bucales también se denominan, en algunos países, «calenturas» o, básicamente, «fiebre». La afección tiene una parte de alto sabor, ya que, en su época de signo clínico más prominente, produce enrojecimientos en el local bucal externo.
La enfermedad está provocada por una infección y el virus es más directo que en otras patologías.
Según la Asociación Mundial para el Bienestar (OMS), alrededor del 67% de la población adulta mundial daría positivo en sangre a la infección de ampollas bucales. Esto puede ocurrir independientemente de que el individuo nunca haya tenido efectos secundarios.
¿Cómo se contagian el Herpes labial?
La infección que causa la enfermedad es la infección por herpes simple – HSV1. Este microorganismo pertenece al grupo de infecciones conocido como Herpesviridae. La infección por herpes genital (VHS2) también pertenece a esta familia.
Por regla general, cada una de estas infecciones afecta a distintas partes del cuerpo:
- HSV1 se concentra principalmente en la boca.
- El VHS2 se acumula en el distrito genital, causando el herpes genital.
Ambas infecciones se contagian por contacto, en cualquier caso, cuando no hay llagas dinámicas y aparentes. Como tal, un individuo puede contaminar a otro sin necesidad de tener llagas en el momento de la enfermedad.
Obviamente, la infección es sustancialmente más concebible cuando los herpes son aparentes y, lo que es más importante, cuando se rompen y dejan salir el líquido que contienen. El líquido de los callos es un vehículo importante para la infección.
El nivel de infecciosidad es alto. Una persona puede transmitir la infección por VHS1 a otra al besarse, pero también al compartir utensilios de cocina. En el caso del VHS2, la principal vía de transmisión son las relaciones sexuales.
No obstante, esta partición en el rango de HSV1 y HSV2 no es grave. Un individuo puede contaminarse con la infección del herpes genital y manifestar efectos secundarios en la boca, como si se tratara de una ampolla bucal, a raíz de haberse contaminado durante el sexo oral.
¿Cuáles son los efectos secundarios del Herpes labial?
Las distintas fases con las que la enfermedad se manifiesta en la localización oral deciden los efectos secundarios. Cada fase del desarrollo de la infección da lugar a diferentes signos perceptibles.
A continuación describimos el desarrollo regular en general:
- Ingestión peribucal: hasta un día antes de la aparición de las ronchas, la persona puede sentir ingurgitación, escozor o escalofríos alrededor de los labios.
- Forúnculos perceptibles: la etapa siguiente es la presencia de los propios forúnculos. Las ampollas bucales tienen un líquido transparente en su interior y están situadas cerca del labio. Pueden ir acompañados de un poco de fiebre.
- Ruptura de los granos: tras unos 4-7 días de presencia de los granos, éstos se rompen. Los ranúnculos se desgarran y dejan salir el líquido. En el lugar donde estaba el habón se forma una úlcera, que se cubrirá paso a paso con una costra.
- Cicatrización: entre quince días y un mes después de la aparición de los efectos secundarios primarios, las costras desaparecerán sin dejar cicatriz. El tiempo es variable dependiendo de si se trata de la primera vez o de una repetición, ya que las repeticiones suelen durar menos tiempo.
Opciones de tratamiento
Si la ampolla bucal no recibe ningún tratamiento farmacológico, seguirá su ciclo normal de desarrollo. Al cabo de un par de días, que pueden ir de siete días a un mes, se determinará sin dejar cicatriz.
La infección permanecerá retenida en el sistema sensorial periférico del individuo y, más adelante, podría volver a manifestarse con efectos secundarios comparativos de duración más limitada.
Los medicamentos que han demostrado ser valiosos son los antivirales, como el aciclovir o el valaciclovir. Su principal ventaja es que disminuyen la duración de la enfermedad, pero no son curativos.
A pesar de los antivirales, el VHS1 seguirá presente y asentado en el sistema sensorial periférico y puede reactivarse de aquí en adelante.
Los antivirales están disponibles en forma de comprimidos para administración oral o cremas para aplicación local. El tratamiento oral es más eficaz que el de proximidad. La adecuación depende del inicio precoz del tratamiento.
Preferiblemente, debe iniciarse un antiviral el mismo día del inicio de los escalofríos o la energía o, como muy tarde, el día de la aparición de los escalofríos.
Cuando el cuadro clínico es excepcionalmente difícil, al tratamiento puede añadirse un analgésico. Tanto el ibuprofeno como el paracetamol son opciones legítimas. La utilización de uno u otro medicamento debe ser supervisada constantemente por el médico tratante y es esencial recordar que la autoprescripción no es una opción a pesar de todo.